Sutil observación, no sólo de la hoja solitaria que crece en la acera, ya verdosa, y, a pesar de todo, tan viva que atrae la mirada del que pasa.
Sutil observación, no sólo de la hoja solitaria que crece en la acera, ya verdosa, y, a pesar de todo, tan viva que atrae la mirada del que pasa.
ResponderEliminar