Tiene un no sé qué de clasicismo. Me recuerda a esos haikus de Issa o Santôka en los que pueblos solitarios son atravesados por solitarios corazones. Y ese viento... ufUn abrazo grande tomodachi
Tiene un no sé qué de clasicismo. Me recuerda a esos haikus de Issa o Santôka en los que pueblos solitarios son atravesados por solitarios corazones.
ResponderEliminarY ese viento... uf
Un abrazo grande tomodachi