lunes, 28 de marzo de 2011


Ladera abajo,
los pequeños torrentes
cruzan la senda.


Orzas

3 comentarios:

  1. Otra vez la vida renovada que atraviesa nuestro camino, en este caso, la senda.
    Ese fluir de frescura que desata el deshielo o algún manantial. Otro ciclo.

    Muy bueno, Orzas.

    Un abrazo.

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  2. y en su camino,el agua, deja brillos de luz
    y también deja fango...
    dualidad de la vida !!
    un saludo.

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  3. Gracias Juan Carlos y mercé por acompañarme.
    Teneis razón en vuestros comentarios. Es reconfortante ver toda esa vida llena de brillos y murmullos bajando por la ladera.

    Un abrazo,

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